lunes, 21 de diciembre de 2009

Competencias valoradas por las empresas en la selección de un candidato a un puesto de trabajo


María Bellido Barrionuevo, Profesora Adjunta de Derecho Comunitario y Directora del Centro de Orientación e Información de Empleo de la Universidad San Pablo-CEU
Entrevista realizada: 14/03/2005

El mercado laboral cada vez más cambiante y competitivo, exige en los candidatos a un puesto de trabajo, no sólo una buena formación teórica, adquirida en su paso por las aulas universitarias, sino una serie de habilidades y competencias adicionales.
Los graduados, son reclutados por las empresas para ser los lideres del futuro, de los que dependerá, en buena medida, el éxito de la compañía. Por ello, junto a una sólida formación, cada vez más, son determinantes en la elección del candidato otras cualidades. Estas se podrían resumir en las siguientes:

Adaptabilidad-Flexibilidad
La realidad social cada vez más diversa, cambiante y globalizada, nos obliga a estar preparados para el cambio e incluso para anticiparnos a él y ser capaces de decidir qué hacer. Por ello, las empresas valoran en los candidatos a un puesto de trabajo su flexibilidad, su capacidad para adaptarse a nuevas y distintas situaciones.

Iniciativa
Las empresas demandan personas proactivas, capaces de utilizar sus conocimientos para marcar nuevos retos, plantear alternativas y tomar decisiones.
Trabajo en equipo
Asimismo, se necesitan personas que desarrollen su labor no de modo asilado e individualizado, sino mediante el trabajo en equipo y adaptado al entorno laboral.

Comunicación
La capacidad de comunicación interna y externa; oral y escrita; así como, el dominio de otras lenguas, es sumamente valorada. Al fin y al cabo, los empleados constituyen la carta de presentación de una empresa. Se demandan buenos comunicadores que se desenvuelvan con soltura, que puedan tratar con todo tipo de clientes, e iniciar nuevos contactos que redunden en beneficio de la empresa.

Experiencia
Cada vez son más las empresas que valoran la experiencia pre-profesional de los candidatos. Por ello, es fundamental la realización de un periodo de prácticas durante los estudios universitarios, de este modo, los estudiantes tienen la posibilidad de adquirir esta experiencia que les capacitará para el ejercicio de su profesión.
Por último, aunque no por orden de importancia, se reclama una educación en valores, el compromiso, el respeto hacia los demás, la solidaridad, generosidad.... serán muy tenidos en cuenta en la elección del mejor candidato.

Algunas de las cualidades mencionadas, son intrínsecas, pero la mayoría se pueden adquirir. El candidato ideal no nace sino se hace asimismo con el trabajo constante. La movilidad durante los estudios; la participación en actividades culturales y deportivas; el voluntariado; la realización de prácticas; etc. sin duda, serán herramientas fundamentales para adquirir estas competencias.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Incrementar la autoestima en el trabajo



Las mejores empresas, los mejores departamentos, los mejores equipos son esos en donde todos se sienten cómodos y confiados de sus decisiones. Están libres del miedo a al castigo y a la humillación.

Para mejorar la moral y la calidad de trabajo en su departamento y compañía:

• Defina un estándar de integridad personal. Mantenga sus promesas, y cumpla sus compromisos. Tenga un trato justo con todos y apoye este comportamiento en otros. Dé a su personal el orgullo de trabajar en una empresa con moral.
• Encuentre cuáles son los intereses principales del personal. Dé oportunidad a que el personal haga lo que más disfruta y lo que hace mejor. Construya sus fortalezas.
• Asigne tareas que estimulen el crecimiento personal y profesional. Rete al personal asignando tareas y proyectos ligeramente por encima de sus capacidades.
• Dé oportunidad para practicar la auto-responsabilidad. Dé espacio para tomar iniciativa, ideas e intentos de nuevas tareas, expandir el rango y cometer errores.
• Desafíe la tradición de antigüedad. Promueva en base al mérito. El reconocimiento de la habilidad es una de los grandes inspiradores de la dignidad y entusiasmo para la organización.
• Demuestre que es seguro cometer errores. Haga sentir al personal que son libres de decir “yo no sé, pero voy a averiguar”. Provocar el miedo al error o a no saber es invitar a la decepción, inhibición y al final de la creatividad.
• Demuestre que no pasa nada si están en desacuerdo con usted. Exprese respeto por la diferencia de opiniones. No castigue el disentir.
• Importante: El desacuerdo no tiene porqué ser desagradable.
• Haga contacto visual y escuche activamente. Ofrezca retroalimentación apropiada y dé al hablante la experiencia de ser escuchado.
• Nunca permita conflictos de personalidades. Mantenga las discusiones centradas en las tareas no en los egos. La atención necesita ser en la realidad “¿Cuál es la situación?” “¿qué es lo que requiere el trabajo?” “¿qué se necesita hacer?”
• Provea razones para las reglas y lineamientos cuando no son claramente visibles.
• Explique por qué no hay cabida para algunas solicitudes. No simplemente dé órdenes.
• Cuando un colaborador realice un trabajo de calidad superior o tome una excelente decisión, invítelo/a a explorar cómo sucedió. No se limite a los elogios. Haciendo las preguntas adecuadas, usted ayuda a incrementar la consciencia de la persona sobre qué fue lo que hizo posible el logro y así incrementar la probabilidad que otros vuelvan a ocurrir en el futuro.
• Provea claros e inequívocos estándares de desempeño. Permita que sus colaboradores comprendan sus expectativas no-negociables en cuanto a la calidad del trabajo.
• Elogie en público…corrija en privado. Reconozca el logro ante tanta gente como sea posible, pero permita que la persona absorba correcciones en la seguridad de la privacidad.
• Exprese en todas las maneras posibles que usted no está interesado en culpar, sino en encontrar soluciones. Cuando buscamos soluciones, crecemos en auto estima. Cuando culpamos o damos excusas debilitamos el autoestima.
• Haga una responsabilidad personal el crear una cultura de auto estima. Los colaboradores no mantendrán este tipo de comportamiento si no lo ven ejemplificado en sus superiores. Los grandes gerentes no son los que aportan soluciones brillantes, pero aquellos que se aseguran que sus colabores tengan soluciones brillantes.
• Evite sobre dirigir, sobre observar, sobre reportar. El “gerenciar” en exceso es enemigo de la autonomía y de la creatividad.


DR. NATHANIEL BRANDEN
“HOW TO BE A MUCH MORE EFFECTIVE MANAGER”

PREGUNTAS:

1) ¿Por qué deberíamos de prestar atención al tema de auto estima en el trabajo?
2) ¿Cómo afecta la productividad una baja autoestima?
3) ¿Cómo podemos fortalecer el autoestima en nuestros colaboradores?
4) ¿Qué acciones dañan el autoestima en una empresa?
5) ¿Cómo promover una cultura que cuide y proteja el autoestima de los colaboradores?
6) Por favor, quisiéramos que nos dieran 3 concejos para mejorar hoy el autoestima de nuestro equipo de trabajo.


CONCLUSIONES:

Con autoestima queremos decir la experiencia de ser competente de enfrentarse con los desafíos básicos de vida y de ser digno de felicidad. Esto quiere decir la confianza en su capacidad de pensar, aprender, hacer decisiones apropiadas, y responder con eficacia a nuevas condiciones. Esto también quiere decir la confianza en su derecho de experimentar el éxito y el cumplimiento personal - la convicción que la felicidad es apropiada a usted.

¿Los ejecutivos no preguntan, " Cómo podemos establecer una cultura de organización que nutra el amor propio? ¿" Ellos realmente preguntan, " Cómo podemos establecer una cultura de organización que apoya el alto rendimiento, la responsabilidad personal, y la iniciativa creativa? " Las preguntas son diferentes, aún las respuestas son esencialmente las mismas.

Un ejemplo simple es el hecho que los análisis de fracaso de distintas empresas nos dicen que una causa común es el miedo de los ejecutivos de toma de decisiones. ¿Cuál es el miedo de toma de decisiones, sino la carencia de confianza en la mente de alguien y el juicio? En otras palabras, un problema de amor propio.

No hay prácticamente ningún aspecto de actividad de negocio - de la administración, a la dirección, a la participación en equipos, a tratar con clientes, a la contratación en la investigación y desarrollo, al responder a nuevos desafíos y nuevas ideas, a la creación de modos de adelantarse a los competidores - que considerablemente no es afectado por el nivel de autoestima de alguien. Por esta razón, cada persona implicada en el proceso de producción, desde el presidente hasta el empleado nuevo, puede beneficiarse de un entendimiento del autoestima.

CONSEJOS PARA MEJORAR EL AUTOESTIMA EN SU EQUIPO DE TRABAJO:

1) Mantenga sus promesas y honre sus compromisos.
2) Trate a todos con justicia y apoye este comportamiento en otros.
3) Elogie en público y corrija en privado.
4) Exprese que no le interesa culpar sino buscar soluciones.
5) Exprese respeto por la diferencia de opiniones.

martes, 1 de diciembre de 2009

La escucha activa ¿usted sabe escuchar?



Muchas personas creen que oír y escuchar es lo mismo. No obstante hay grandes diferencias entre oír y escuchar. Oír es un fenómeno que pertenece al orden fisiológico, dentro del territorio de las sensaciones. Nuestro sentido auditivo nos permite percibir los sonidos en mayor y menor medida. Oír es sencillamente percibir las sensaciones del sonido. Es recibir los datos suministrados por el emisor. Oír es pasivo.

Escuchar es la capacidad de captar, atender e interpretar los mensajes verbales y otras expresiones como el lenguaje corporal y el tono de la voz. Representa deducir, comprender y dar sentido a lo que se oye. Es añadir significado al sonido. Escuchar es oír más interpretar. ESCUCHAR= OIR + INTERPRETAR

La posibilidad de comunicarnos mediante el habla, es una de las características que nos definen como seres humanos.

Desde pequeños aprendemos a comunicarnos mediante palabras y a expresar nuestros gustos, disconformidades, anhelos, en suma, nuestra forma de ver y pensar el mundo.

Así como el habla nos define desde nuestra más temprana edad, la posibilidad de expresarse y ser escuchados en todos los ámbitos de desenvolvimiento es una motivación para las personas. Y la empresa es uno de esos ámbitos.

Pero cuántas veces sabemos escuchar realmente a los demás? En cuántas oportunidades somos consientes de la necesidad que tiene el otro de hablar y ser escuchado? Cuántas veces nos aseguramos de comprender, antes de ser comprendidos?

En general, predomina la tendencia de querer exponer nuestras propias razones y olvidamos que nuestros interlocutores también las tienen.
La escucha empática propone ponerse en el lugar de la otra persona, intentar ver la realidad desde el marco de referencia de ésta, evitando teñir toda la comunicación con nuestras propias apreciaciones y preconceptos.

En las empresas, el tema de la escucha adquiere una particular importancia. Cuántas personas se autocensuran la posibilidad de expresarse libremente y dejan de proponer ideas brillantes por temor a no ser escuchadas? Cuántos conflictos existen entre departamentos por no compartir información y no escuchar lo que el otro tiene para decir?

En estos tiempos, donde "lo único constante es el cambio" y donde la incertidumbre tiene connotación negativa, es común que las personas se aferren a conceptos o comportamientos conservadores porque se sienten menos vulnerables que enfrentando los cambios.

El concepto de cambio genera dudas, resistencia, desconfianza. En este sentido, la escucha empática es de gran ayuda cuando deseamos que las otras personas se sientan motivadas a realizar un aporte y adoptar comportamientos proactivos.

Las empresas, en su búsqueda por lograr la participación y el consenso de los empleados, una de las primeras cosas que deben auto cuestionarse es qué lugar se le está concediendo a los colaboradores para sumarse al cambio. Sólo cuando una persona se siente parte de un proyecto (en este caso, el proyecto empresarial), será capaz de comprometerse y dar lo mejor de sí misma.